Elegir Microprocesador
Requisitos de finalización
3. Especificaciones técnicas
Especificaciones técnicas: en qué debes fijarte
Leer las especificaciones técnicas de un procesador (y en general de cualquier componente) y sacar algo en claro no siempre es sencillo.
Es posible que te encuentres con muchos términos y siglas que no conoces, o que simplemente no sepas cuales son los aspectos más importantes que determinarán el rendimiento de tu procesador.
Por eso, hemos preparado este pequeño resumen con las características más importantes en la que debes fijarte:
- Frecuencia o velocidad: Este término también lo puedes encontrar expresado como velocidad de reloj, frecuencia de funcionamiento, ciclo de reloj u otros nombres similares. Aparece en gigahercios (Hz), y mide la velocidad a la que opera el chip del procesador. Normalmente existe una frecuencia base para tareas ligeras y una frecuencia turbo o acelerada para cuando se le exige más trabajo al procesador. El cambio entre ambos modos se produce automáticamente.
- Número de núcleos: Los núcleos son las unidades de procesamiento con las que cuenta el procesador. Cada uno de ellos es capaz de llevar a cabo una tarea distinta, por lo que las CPU con varios núcleos pueden llevar a cabo varios trabajos a la vez más rápido, ya que comparten la carga de trabajo entre sus unidades. Los procesadores actuales suelen contar con entre 4 y 8 núcleos, aunque también es posible encontrar modelos con hasta 18. El número de núcleos que necesitas dependerá en gran medida del uso que le quieras dar a tu PC. Para gaming, rara vez se aprovechan más de 4 núcleos, mientras que para tareas como diseño en 3D o edición de vídeo es beneficioso contar con algunos más.
- Número de hilos: Los hilos o núcleos virtuales son los procesos independientes que puede llevar a cabo de forma simultánea un núcleo. Normalmente, cada núcleo se corresponde con un solo hilo, pero tanto AMD como Intel han desarrollado tecnologías para que los núcleos de sus procesadores puedan dividirse en dos hilos, que llevan a cabo acciones diferentes. En el caso de Intel, esta capacidad se llama Hyper-Threading, y en el caso de AMD Simultaneous Multithreading (SMT). Sin embargo, se suele usar el término de Intel de forma generalizada.
- Instrucciones por ciclo (IPC): Son el número de acciones que puede ejecutar el procesador en cada ciclo de reloj. Esta cifra puede ser diferente incluso en modelos con misma frecuencia y mismo número de núcleos, ya que depende de si están fabricados por Intel o AMD, de su arquitectura y de la generación a la que pertenezcan. A veces un procesador con una frecuencia más baja pero un IPC mayor puede ser más rápido en la práctica que otro con mayor frecuencia pero menor IPC. Esta característica es algo más difícil de averiguar que las anteriores, ya que normalmente no está indicada en las especificaciones del producto. Por ello, es recomendable buscar información al respecto antes de decidirse por uno u otro procesador.
- Consumo energético (TDP): No todos los procesadores consumen la misma cantidad de energía. El TDP (Thermal Design Power) indica en vatios (w) la máxima temperatura que puede generar una CPU, y por lo tanto, la energía que consume. Cuanto mayor sea esta cifra, mayor potencia deberá tener nuestra fuente de alimentación, y más calor debe ser capaz de disipar el ventilador del CPU que instalemos.
- Memoria caché: Los procesadores cuentan con una pequeña reserva de memoria, llamada caché, que utiliza para almacenar información que el sistema considera que puede necesitar a muy largo plazo. Para el procesador resulta más rápido acceder a esta memoria que a la RAM, y mucho más que al disco duro, por lo que se usa para acortar los procesos que lleva a cabo. La caché puede ser de tipo L1, L2 y L3, cada una de mayor capacidad que la anterior pero también más lenta. Se trata de un aspecto secundario que solo debes tener en cuenta en caso de absoluta duda para elegir tu procesador, ya que en el mundo real no marca mucha diferencia.