Elegir Microprocesador

Sitio: Agencia de Habilidades para el Futuro
Curso: Organización del computador copia 1
Libro: Elegir Microprocesador
Imprimido por: Invitado
Día: sábado, 19 de abril de 2025, 05:15

1. Presupuesto

Presupuesto

Al establecer un presupuesto para tu procesador, también deberás tener en cuenta la cantidad total que invertirás en todo la computadora.

Esta es la mejor forma de conseguir un equipo equilibrado, y evitar errores como emparejar un procesador muy potente con una placa de video de gama baja, por ejemplo.

Una buena regla por la que guiarse es dedicar en torno al 20% de tu presupuesto total a la compra del procesador.


2. Objetivo de la PC

Para qué usarás el ordenador

El segundo factor más importante que debes tener en cuenta es el uso que le darás a tu PC. No es lo mismo si solo lo quieres para navegar por Internet y ver series que si lo vas a utilizar de forma profesional en un estudio fotográfico, por ejemplo.

En líneas generales, podemos establecer los siguientes usos:

  • Tareas básicas: Aquí entran las actividades más cotidianas y sencillas, como trabajos de ofimática, navegar por la web, ver series y películas, escuchar música… Para estos usos te servirán los procesadores más baratos de esta guía de compra.
  • Gaming: Si tu objetivo principal es montar un PC para poder jugar en él, necesitarás un procesador de gama media. Si no dispones de mucho dinero también puedes comprar uno de gama baja, siempre que lo acompañes con una buena tarjeta gráfica. En cambio, no recomendamos uno de los modelos de gama alta, ya que es mejor invertir en la gráfica.
  • Productividad, edición y diseño: En este apartado incluimos tareas como diseño gráfico, edición de vídeo y fotografía, emisión en streaming de tus partidas… Si te sientes identificado con esta categoría, busca en nuestra selección de procesadores de gama alta.
  • Trabajos pesados: Aquí se encuadran las tareas que más exigen al procesador, y que a menudo son realizadas por profesionales audiovisuales y técnicos: edición de vídeo en 4K, renderizado de texturas, modelado en 3D…

3. Especificaciones técnicas

Especificaciones técnicas: en qué debes fijarte

Leer las especificaciones técnicas de un procesador (y en general de cualquier componente) y sacar algo en claro no siempre es sencillo.

Es posible que te encuentres con muchos términos y siglas que no conoces, o que simplemente no sepas cuales son los aspectos más importantes que determinarán el rendimiento de tu procesador.

Por eso, hemos preparado este pequeño resumen con las características más importantes en la que debes fijarte:

  • Frecuencia o velocidad: Este término también lo puedes encontrar expresado como velocidad de reloj, frecuencia de funcionamiento, ciclo de reloj u otros nombres similares. Aparece en gigahercios (Hz), y mide la velocidad a la que opera el chip del procesador. Normalmente existe una frecuencia base para tareas ligeras y una frecuencia turbo o acelerada para cuando se le exige más trabajo al procesador. El cambio entre ambos modos se produce automáticamente.
  • Número de núcleos: Los núcleos son las unidades de procesamiento con las que cuenta el procesador. Cada uno de ellos es capaz de llevar a cabo una tarea distinta, por lo que las CPU con varios núcleos pueden llevar a cabo varios trabajos a la vez más rápido, ya que comparten la carga de trabajo entre sus unidades. Los procesadores actuales suelen contar con entre 4 y 8 núcleos, aunque también es posible encontrar modelos con hasta 18. El número de núcleos que necesitas dependerá en gran medida del uso que le quieras dar a tu PC. Para gaming, rara vez se aprovechan más de 4 núcleos, mientras que para tareas como diseño en 3D o edición de vídeo es beneficioso contar con algunos más.
  • Número de hilos: Los hilos o núcleos virtuales son los procesos independientes que puede llevar a cabo de forma simultánea un núcleo. Normalmente, cada núcleo se corresponde con un solo hilo, pero tanto AMD como Intel han desarrollado tecnologías para que los núcleos de sus procesadores puedan dividirse en dos hilos, que llevan a cabo acciones diferentes. En el caso de Intel, esta capacidad se llama Hyper-Threading, y en el caso de AMD Simultaneous Multithreading (SMT). Sin embargo, se suele usar el término de Intel de forma generalizada.
  • Instrucciones por ciclo (IPC): Son el número de acciones que puede ejecutar el procesador en cada ciclo de reloj. Esta cifra puede ser diferente incluso en modelos con misma frecuencia y mismo número de núcleos, ya que depende de si están fabricados por Intel o AMD, de su arquitectura y de la generación a la que pertenezcan. A veces un procesador con una frecuencia más baja pero un IPC mayor puede ser más rápido en la práctica que otro con mayor frecuencia pero menor IPC. Esta característica es algo más difícil de averiguar que las anteriores, ya que normalmente no está indicada en las especificaciones del producto. Por ello, es recomendable buscar información al respecto antes de decidirse por uno u otro procesador.
  • Consumo energético (TDP): No todos los procesadores consumen la misma cantidad de energía. El TDP (Thermal Design Power) indica en vatios (w) la máxima temperatura que puede generar una CPU, y por lo tanto, la energía que consume. Cuanto mayor sea esta cifra, mayor potencia deberá tener nuestra fuente de alimentación, y más calor debe ser capaz de disipar el ventilador del CPU que instalemos.
  • Memoria caché: Los procesadores cuentan con una pequeña reserva de memoria, llamada caché, que utiliza para almacenar información que el sistema considera que puede necesitar a muy largo plazo. Para el procesador resulta más rápido acceder a esta memoria que a la RAM, y mucho más que al disco duro, por lo que se usa para acortar los procesos que lleva a cabo. La caché puede ser de tipo L1, L2 y L3, cada una de mayor capacidad que la anterior pero también más lenta. Se trata de un aspecto secundario que solo debes tener en cuenta en caso de absoluta duda para elegir tu procesador, ya que en el mundo real no marca mucha diferencia.

4. Overclocking

Overclocking: ¿sí o no?

Algunos procesadores permiten la práctica del overclocking, que no es más que elevar la velocidad de frecuencia de una CPU por encima de la que aparece en sus especificaciones.

De estos modelos se dice que están “desbloqueados”, frente a los “bloqueados”, que no la admiten.

Hay varios motivos por los que realizar overclocking. Algunos lo hacen por puro placer. Otros para ver hasta dónde pueden llevar la potencia de su equipo. Y también hay quienes simplemente quieren conseguir algunos FPS (frames por segundo) extra en sus juegos.

Sin embargo, el overclocking no es para todo el mundo. Realizarlo conlleva tener que ajustar distintos parámetros y estar pendiente de las temperaturas que alcanza tu equipo con el fin de que no acabe dañado.

Además, si te decides a hacerlo, debes saber que el coste total de tu equipo subirá, ya que necesitarás un disipador mejor que el que el procesador trae de serie y una placa base capaz de soportar esta práctica, especialmente si optas por la vía Intel, para lo que debes hacerte con un modelo cuyo nombre acabe en -K.

En cambio, todos los Ryzen admiten esta práctica, en mayor o menor medida, y muchos cuentan con un disipador bastante decente para realizarla al menos de forma moderada.

Como ves, se trata de otra decisión importante que debes tomar antes de lanzarte a comprar un nuevo procesador.


5. Socket

Socket de la placa base

Para que tu procesador funcione, debe ser compatible con la placa base, y más específicamente, con su socket. El socket es el zócalo o conector en el que se inserta el procesador.

Si ya tienes una placa base y solo tienes que reemplazar el procesador, tendrás que buscar uno compatible con su socket, por lo que las opciones que tendrás serán bastante limitadas. En cambio, si vas a construir un PC de cero y vas a comprar tanto la CPU como la placa base, tendrás más libertad para elegir el procesador que quieras.

AMD es más flexible con sus sockets, y cuando lanza uno nuevo, normalmente es compatible con varias generaciones de procesador. Los procesadores de Intel, en cambio, no suelen ser retrocompatibles con respecto a los sockets, ya que estos adoptan nuevas versiones con ligeros cambios con cada nueva generación de CPU.